Cambiar el mundo no es locura ni temeridad, es justicia


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Maria Dolors Domenech

Maria Dolors Domenech


Publicat: el 28/oct/14
Opinió
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Bajo ese título pretendo resumir mi participación en 9º Congreso España en Hora que tuvo lugar en Ciudad Real el 21 y el 22 de octubre. ¿Qué es el tiempo? Es ese bien intangible que no podemos tocar, palpar, contabilizar y que podemos perder y que, una vez perdido, es irrecuperable.

Tenemos 86.400 segundo cada día y esa es nuestra única riqueza según Séneca. Nuestra vida es un breve espacio, por ello hemos de priorizar y tener las ideas claras en nuestras vida.

Hay que jerarquizar nuestras tareas, planificar y aprender a delegar. Además de tener la madurez suficiente para gestionar todos los factores sorpresa que cada día nos caen.

Hasta que no nos concienciemos que sufrimos de estrés en nuestra vida no podremos gestionarlo. En España sólo un 17% de las empresas les preocupa el tema de trabajo y conciliación. Trabajadores felices consiguen mejorar la producción pero sólo un 13% de las empresas españolas mostró interés en mejorar las relaciones entre dirección y trabajadores.

Tenemos un grave problema de producción. Los españoles somos los que más horas pasamos en el trabajo y los que peores resultados obtenemos. No por más presentismo trabajamos mejor.

Nuestro objetivo en el aprovechamiento del tiempo es ser felices. Hay que dividir el día en tres partes: ocho horas dedicadas al trabajo, ocho al sueño y ocho para nosotros. Sólo así lograremos incluso mejorar el PIB, la felicidad es calidad de vida.

No podemos hoy resolver un problema con los mismos medios que lo creamos. Vivir para los demás es lo que da sentido a la vida. La satisfacción personal repercute en todo.

Hay que formalizar una Ley del Tiempo, es un tema serio y por ello costará. Mejor prueba la tenemos en el propio consistorio de Sant Cugat del Vallés, quisimos adelantar en una hora el plenario, era la ocasión, gobierna una mujer. Pero se achicó frente a un grupo de la oposición que manifestó su negativa.

Hace falta mucha cultura del tiempo, mucha cultura europea para conciliar la vida familiar y laboral, pero no sólo para la mujer sino también para el hombre.

Mayor implicación por parte de ambos conseguiría una armonización en los hogares. Basta de jornadas de 12 horas improductivas, basta de comidas de trabajo de dos horas, seamos proactivos, dejémonos de tanta verborrea y mejoremos nuestros hábitos.

Los españoles somos los europeos que menos dormimos y nuestra productividad también se resiente por ello. ¿Hasta cuándo? Pongámonos en hora para ser mejores en el trabajo y en la familia.

MARIA DOLORS DOMENECH és regidor del PP



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