No se trata de reabrir heridas, es una cuestión de Justicia


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Sandra Tirado


Publicat: el 22/set/18
Opinió
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En las últimas semanas, hemos visto a través de algunos medios de comunicación el revuelo que ha causado entre los partidos de derechas muy cercanos a un dictador, al que prefiero no nombrar, y en especial por el Presidente del PP Pablo Casado. El cual anunció que su partido va a presentar en las Cortes Españolas una ley, que ellos llaman de concordia, para derogar de facto la actual Ley de Memoria Histórica, a la que ha calificado de 'irresponsable e innecesaria'. De este modo cuestionando así la decisión del actual gobierno de Pedro Sánchez, de cumplir con los compromisos adquiridos por España y exigidos por la ONU a través de su representante Pablo de Greiff, quien insiste en la necesidad de que el Gobierno Español atienda 'de forma urgente' las exigencias de las víctimas del franquismo y la Guerra Civil.

Este requerimiento, como bien ha dicho la ministra Carmen Calvo, llega tarde ya que el partido Socialista en anteriores gobiernos no supo dar prioridad a un asunto tan importante como este, se trata más que dignificar la vida de aquellos hombres y mujeres que nunca tuvieron voz.

Pero el gobierno de Pedro Sánchez es diferente, no se trata de gestos, se trata de justicia. Las víctimas de la dictadura franquista no pueden compartir la misma sepultura de su verdugo y estar enterradas en el mismo lugar, sin reconocer ni esclarecer las circunstancias de su muerte. No es una cuestión de romanticismo, es por una cuestión de principios fundamentales de reparación de la memoria histórica y de profilaxis para las futuras generaciones, como el dicho "El pueblo que olvida su historia, está condenada a repetirla".

Alemania y otros países hermanos que vivieron la dictadura, como Chile y Argentina, entre otros, han dado pasos de gigante afrontando la realidad y dignificando a las verdaderas víctimas; las poblaciones civiles, los distintos movimientos sociales como las Madres de la plaza de Mayo y los tribunales internacionales y cada uno de los países víctimas de dictaduras, siguen luchando por alcanzar una justicia que sea ejemplarizante para las futuras generaciones. Porque al final la guerra es un absurdo que compromete la raza, como si la raza humana fuese heterogenia y diversa.

El especialista en genética, Luigi Luca Cavalli y su compañera de investigación Mary Claire King, descubrieron los factores que determinaban la diferencia entre la distribución de los grupos sanguíneos entre las distintas poblaciones humanas y llegaron a la conclusión de que la raza no existe, ya que la estructura genética es tan similar que no se puede diferenciar unos de otros. Por lo tanto es importante seguir trabajando en la Ley de la memoria histórica y en la pedagogía para las generaciones venideras, no solo para que no se olvide, sino para que se unifique de una vez por todas el criterio científico de humanidad y la igualdad de todos los seres, independientemente de su origen o nacimiento, ya que la idea de la diferencia racial es un absurdo y una destrucción que nos ha llevado a sentir vergüenza de nosotros mismos. Es muy gratificante el hecho de poder llegar a la verdad y de conmemorar la vida de los que ya no están.

SANDRA TIRADO és membre de l'executiva local del PSC



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