Un mandato más abierto

Sergio Blázquez

Sergio Blázquez


Publicat: el 13/jun/19
Opinió| Columnes

Empezamos nuevo mandato con la incertidumbre, aun a día de hoy, de quien va a ser el próximo alcalde o alcaldesa. Incógnita que se despejará este próximo sábado. Promete ser este de todas formas un mandato mucho más abierto y participativo, hecho producido por la pérdida de la mayoría absoluta del PDeCAT.

Bien es cierto que en el período 2015-2019 dicho partido ya no contaba con mayoría absoluta. Pero la excesiva presencia de partidos muy diversos en la oposición, amén de la figura de regidores no adscritos hacían difícil que de facto la oposición pudiera contrarrestar en algún momento decisiones que tomaba el equipo de gobierno de la ciudad y que no parecían nada acertadas. Aritméticamente ahora la labor de la oposición parece más sencilla, lo cual debería tener el deseable efecto de que las decisiones sean mucho más colegiadas y explicadas por parte de quién finalmente gobierne, lo cual siempre es positivo.

Otra de las lecciones que deberíamos aprender del anterior mandato es que, utilizando un símil futbolístico, de nada sirve centrar cientos de balones si no hay nadie que acabe rematando el balón y haciendo goles; así en los últimos cuatro años nos hemos pasado muchos regidores, representantes de asociaciones y vecinos en general, yendo de una 'taula' a otra, decenas de grupos de trabajo, sesiones participativas, planes estratégicos, etcétera, que finalmente en el mejor de los casos, han acabado concretando una serie de medidas que se han plasmado en un documento que debe estar criando polvo en algún cajón del ayuntamiento.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta que en el próximo mandato los recursos del ayuntamiento en materia de inversión tienen pinta de que van a ser bastante limitados, lo más deseable es que nos centremos en cuatro o cinco temas clave para la ciudad consensuados entre las fuerzas políticas representadas en el pleno, debidamente calendarizados y con dotación presupuestaria suficiente.

Vuelvo a repetir, volver a poner en marcha una cantidad ingente de grupos de trabajo que a la postre van a tomar decisiones que no se llevarán jamás a la práctica lo único que provoca es frustración en todos aquellos que han tomado parte y que al final pensarán, con toda la razón, que se les ha tomado el pelo. El Pdecat, que es quién ha llevado a la práctica esta política de autobombo estéril en el último mandato, haría bien en hacer autocrítica del porqué hoy cuentan con menos regidores que hace cuatro años. Y es que al final las muchas promesas incumplidas terminan pasando factura.

SERGIO BLÁZQUEZ és regidor electe del Grup Municipal de Cs Sant Cugat