Igualdad de oportunidades de razas

Musa Kimputu


Publicat: el 30/oct/19
Opinió| Columnes

El racismo es un tema que se sigue ignorando en la sociedad española a día de hoy, cuando vemos que se habla mucho del tema de igualdad de oportunidades de género, sin a penas mencionar también la igualdad de oportunidades de razas. Es un tema del que se debería de hablar sin complejo y con total naturalidad porque estamos observando en la sociedad española un crecimiento demográfico importante de la población de otras razas diferentes y/o mestizaje y quizás sea el momento de empezar a dar respuestas a muchas de las preguntas que siempre nos pasan por la cabeza. Una, por ejemplo: ¿Por qué no somos todos iguales ante una oportunidad?

Para empezar a dar esas respuestas, el tema del racismo debería de empezar a hablarse y combatir desde las instituciones, empezando por reconocer la existencia de una minoría en la sociedad. Entonces, empezar a darles voz para que esa minoría empiece a expresarse libremente, sin el miedo a ser discriminados, para que empiece a participar en los espacios importantes que hasta ahora solo ocupan los privilegiados y personas de raza blanca (por ejemplo, en la televisión y en el cine español).

Si empezamos a compartir estos espacios se empezará poco a poco a visibilizar esa causa y la nueva generación de los descendientes, poco a poco empezará a tener referentes en la sociedad. Solo así conseguiremos construir una sociedad plural, cosmopolita y diversificada en la que caben todas las razas sin discriminación. Solo de esa manera, lograremos la igualdad de oportunidades de razas.

También estaría bien destacar que existe en la sociedad, un cierto comportamiento que se debe de empezar a evitar. Por ejemplo, llamar a las personas por sus razas o por sus orígenes:
- El chino del Bazar.
- El paki del barrio.
- El negro del súper.
- El panchito del bar.
- El moro de la frutería.

Si buscamos cómo se llama ese chinito del bazar, ese paki del barrio o ese negro del súper, ya les estaremos ayudando a sentirse integrados. Un trato personalizado de tú a tú, con acercamiento y nombrándonos nos hace sentir a gusto, nos hace participar más en la sociedad. Y por lo tanto, en ese momento, se nos puede abrir un abanico de nuevas oportunidades.

Está comprobado que el miedo al rechazo a veces es un factor que hace que las personas se cierren. Por lo tanto, todos tenemos el deber de reflexionar acerca de cómo actuamos. Empezar a actuar de otras maneras nos ayudará a construir una sociedad en la que todas las personas puedan tener las mismas oportunidades.

MUSA KIMPUTU és membre del PSC Sant Cugat