El excremento de un mono infectado por la gripe simia está lleno de dicho virus, y este resulta un excelente vector para invadir nuestras defensas sin causarnos daños. Destilando el virus de la gripe simia y cambiando su código central por el código de sólo la corona del odioso coronavirus, nuestras células, así infectadas, se convierten en fábricas de coronas inertes que arman a nuestras defensas de anticuerpos y células T contra Covid. Así el origen oscuro y oloroso, ahora el improbable héroe: Matt Hancock.
El gobierno de Boris Johnson ha sido seleccionado de una secta especial de fanáticos Brexiters - no los más capaces, ni los más sabios, ni los más influyentes – sólo amigos de Boris y fieles seguidores de sus mentiras. Hancock casi fue despedido por su incapacidad al abordar la situación cuando el Covid llegó a los hospitales, pues no había equipos para proteger a los doctores y enfermeras y ellos tuvieron que improvisar su protección con bolsas de basura. Matt Hancock siguió cometiendo error tras error durante la pandemia: se podría sincronizar un reloj atómico con la asiduidad de los fallos de este ministro. Hancock, acosado por la prensa Inglesa, hizo lo que un buen brexetier debe: se escapó de la realidad y se fue a ver una película – por suerte, esta fue Contagio, de Steven Soderbergh y ahí, Matt, encontró su epifanía: De ahí en adelante basó sus acciones en esta inteligente película y no en su razonamiento y Matt the super hero was born.
La solución rápida a una pandemia requiere que los procesos de producción sean paralelos, no en serie: así no hay que esperar a que la vacuna funcione para empezar la producción, pues cada día que se pierde miles de personas mueren. La profesora Sarah Gilbert, al mes y medio tenía ya la vacuna lista para pruebas humanas y un arreglo con Merck, una gran compañía farmacéutica americana, para la fabricación en cantidad - pero el gobierno inglés debía pagar y aprobar el arreglo. Aquí entra el superhéroe Matt - Health Secrecretary extraordinare: armado con experiencia de todos sus repetidos fracasos y con el conocimiento de lo que pasó en la película de Soderbergh.
El contrato que iban a firmar le daba exclusividad a Merck para la fabricación y Hancock temía que el nacionalismo de America First Trump se expropiara las dosis (pasa en la película), así que obligó a Sarah a buscar otra compañía. Una compañía Suiza-Inglesa, con su base en Cambridge, accedió a fabricar la vacuna a precio coste y en las cantidades necesarias hasta que la pandemia se termine: Astrazaneca. Hancock pagó 30 millones de libras por las primeras dosis en adelantado, tres meses antes de que la UE lo hiciera y a un coste de 2 a 5 dólares por unidad.
Esto es una de las poquísimas cosas que ahora nos enorgullece de nuestro gobierno Británico - pero no es un triunfo que se deban apropiar los separatistas del Brexit: pues esto se podría haber hecho también si nos hubiéramos quedado en la Unión Europea – pero temo este gobierno engañoso se otorgará todo el mérito y se vanagloriará de ello.
Una nueva publicación de la eficacia de AstraZeneca en 17,177 casos en Brasil y Sur África
nos confirma que, a las 4 semanas de la inyección, una dosis sola previene severo Covid y la segunda dosis suministrada a las 12 semanas confiere mejor aún protección que la de Pfizer. No tiene sentido que dos tercios de esta extraordinaria vacuna sigan siendo rechazada, demorando la implementación, costando vidas y retrasando el día que podremos volver a la normalidad.
HORACIO QUEIRO és membre del Partit Laborista britànic
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