Versión Incómoda

Dimitri Defranc


Publicat: el 25/abr/20
Opinió| Columnes

Existen temas incómodos que no verás en Instagram, ni se tratarán con seriedad en Twitter: la situación de aquellos lugares que por su opacidad y por tabúes pocos se atreven a visualizar. No se puede tratar en un artículo la enorme diversidad de injusticias e inequidades, pero puedo hablar de dos temas, uno es la situación en las residencias de ancianos y el otro es la suerte de los presos.

Residencias de ancianos
En la última semana se han puesto en contacto conmigo empleados de diversos centros de Sant Cugat, que incluso estando en contacto directo con personas en riesgo, se quejan de falta de medidas de protección. Tienen miedo, y creen que no se les hacen exámenes por la falta de personal, ya que tendrían que enviarlos a casa. No entienden la desprotección que tienen cuando están en contacto directo con uno de los colectivos más vulnerables en esta pandemia. Las residencias han evidenciado uno de los problemas más acuciantes de nuestra sociedad, problema que han estado 'barriendo bajo la alfombra' y con ello constatan la capacidad de la sociedad y de sus gobernantes de mirar para otro lado. Un negocio que no debería serlo, con una regulación a todas luces insuficiente y que ha mantenido hasta ahora una mentalidad mercantilista intolerable, cuando debe ser un servicio básico a las personas.

Muchos antropólogos definen el nacimiento de la humanidad cuando comenzamos a cuidar unos de otros. En este tema se ha fallado y degradan la calidad de la palabra 'humano' y no hay ni debe haber foto-selfie esnobismo de instagram, ni postureo que tape esta realidad, realidad ahora sí conocida ya por todas y todos.

Quatre Camins
También han contactado con nosotros santcugatencs encarcelados en la prisión de Quatre Camins, uno de ellos se comunicaba desde el área habilitada para enfermos de la Covid-19. Denuncia abandono, falta de medidas higiénicas (no se han podido duchar en 10 días, no hay jabón...), los funcionarios tiene miedo y se ven atados de manos, la basura se acomula y limita la ventilación, existe una total falta de comunicación...

Desde nuestra entidad hemos intentado visualizar este problema poniéndolo en conocimiento y denunciado ante siete medios de comunicación tanto locales como nacionales y de varios colores ideológicos y ante políticos con competencias llegando incluso ante un diputado del congreso español. Después de una semana, es esta columna el primer espacio donde se nos otorga voz para hablar del tema. La realidad es que a nadie más le interesó, es una verdad incómoda y encima con un denunciante polémico, y nosotros a su vez un altavoz incómodo para el poder.
Hace unos días elevamos la denuncia al Síndic de Greuges de Sant Cugat y después de una llamada ágil e inmediata decidieron remitir con carácter urgente la denuncia a la defensoría del pueblo de Catalunya, de la que hasta ahora solo tenemos el acuse de recibo.

Hace unos días escuchaba a un representante de agencia EFE decir que la legislatura española 'no estaba terminada pero estaba reventada'. La realidad es que ha reventado como la caja de pandora, de donde al abrirla salieron todos los males de la humanidad. En nuestro caso los males no estaban metidos en una caja, los males estaban presentes en nuestro día a día pero su conocimiento y visibilidad están metidos en la caja de la post verdad, de los fakes y la modernidad líquida. Nos asustan con noticias falsas, con sonrisas falsas, con postureo y se esconden a plena luz las versiones incómodas de la sociedad bajo una capa de infoxicación. Muchos esperan que esta pandemia cambie las relaciones ilógicas de poder de la sociedad, yo, ya no quiero esperar más.

DIMITRI DEFRANC és presidente de Proposem Sant Cugat